Off

Lo que echo de menos tener días off.

Este término lo empecé a usar hace unos 15 años en mi primer viaje a Marruecos. La idea era pasar un día en soledad (soledad de conocidos) y dedicarme a cuidarme y a aprender. He estado cuatro veces en ese país que me fascina y esta rutina la he hecho en cada viaje, siempre a la mitad del mismo. Os cuento el día off, como transcurría:

Chefchaouen
Plaza Uta el Hamman (Chefchaouen)

Como en Marruecos la prisa ‘puede matar’ el madrugar era algo subjetivo, dependía de cuando te acostaras así que sin mirar el reloj empezaba el día con un buen desayuno a base de zumo de naranja, café con leche y dulces. Sin prisa y tranquilo.

Siempre he viajado con gente y sabían que ese día yo no existía. Básicamente porque como era el que conocía aquello me tenían de guía y yo necesitaba descansar (y ellos aprender a vivir sin supervisión, difícil tarea para pseudo-adultos). Después de eso me gustaba pasear sin rumbo por la medina de la ciudad en la que me encontrara: Ashilá, Chefchaouen, Fez, Marrakech, etc. La que más me ha gustado siempre es la de Fez aunque por pequeña y acogedora la medina de Chefchaouen es ideal.

Paseando, hablando con los artesanos, tomando té… llegamos a uno de los mejores momentos: pasar por el barbero. Un buen afeitado, tomando té y con buena conversación es algo que se ha perdido en España y es un lujo asequible que deberíamos seguir consumiendo sólo por la tranquilidad del momento. Ahora hay mucho hípster barbudo que paga cantidades desorbitadas por recortarse y acicalarse pero eso es otra cosa.

Barbero
Este soy yo, relajadico y dejándome hacer.

No me había dado cuenta y  ya podría haber pasado hasta el tiempo de comer pero siempre encontraba un sitio donde tomar una buena sopa caliente, exquisitas, y un buen tajin o un couscous de verduras. Lo recuerdo y empiezo a salivar. ¡Qué bien se come en Marruecos!. Y qué buenas charlas con los de allí. Puedes juntar la comida con la cena si encuentras una buena conversación, buen té y unas pipas de kifi. Pero ese día no era para eso. Después de comer y una siesta el paseo continuaba pero esta vez con rumbo fijo al hamman. Un par de horas de vapor y masajes vigorosos te dejaban nuevo. Como flotando. Recuerdo la primera vez que fui a un hamman. Esa experiencia es alucinante. Un lugar muy familiar. Los padres van con sus hijos, amigos, familiares. Van todos. El ambiente es oscuro y tranquilo. Invita al descanso.

2006_Chefchaouen-Hamam
Uno de los Hamman de Chefchaouen

Imaginad cuando salía de allí, relajado, bien limpio, flotando… Directo a por otro zumo de naranja que me diera energía y entonces si, a reunirme con los míos para disfrutar de un buen té y una cena cargada de risas, especias y buena compañía.

¿Entendéis que lo eche de menos?.

Ahora esos raticos son mucho más cortos y suelen ser por la noche en casa, cuando las chicas se acuestan y me quedo solo, en el huerto, sentado en una silla entre los árboles pensando en nada y disfrutando de mi.

7 comentarios sobre “Off

  1. Me encantó , es la primer vez te visitó y me hiciste recorrer las calles y sentir lo dulce del zumo de naranja; creo que esos ratos en off no recargan de energía, como tú entrada que le ha dado a mi mañana un nuevo aire, abrazo.

    Le gusta a 1 persona

  2. Me he relajado solo de leerte. Nunca he viajado a Marruecos pero siempre me ha llamado la atención por eso mismo que cuentas. En otras culturas todo parece avanzar más despacio que en esta vorágine donde nos encontramos, y no te digo en otras urbes aún más cosmopolitas. En cuanto tenga oportunidad haré ese viaje y seguiré tus rutinas. Un abrazo y genial post.

    Le gusta a 1 persona

    1. Pues es un viaje que recomiendo a todo el que sea capaz de abrirse a otras culturas. Es una experiencia única y además está aquí al lado (y desde que Ryanair tiene viajes económicos desde Madrid, más).

      Si un día te animas a ir no dudes en preguntarme y te aseguro que va a ser una experiencia que no vas a olvidar jamás.

      Yo estoy esperando a que mis peques se hagan un poquito más grandes para llevarlas allí y que disfruten de aquello como su madre y yo hemos disfrutado. Eso sí, sin mochilas y con algún lujo más de los que yo tuve las primeras veces que fui.

      Me alegra que te haya gustado, ¡gracias por venir!.

      Le gusta a 1 persona

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.